En este proyecto, mi tarea consistió en crear cuatro stylings diferentes utilizando una única prenda base: una camisa blanca. Me encargué de la dirección de arte, las fotografías y los stylings.
Para la dirección de arte, conceptualicé una estética visual para cada look, asegurándome de que cada uno destacara una versión única de la camisa blanca, mostrando su versatilidad y adaptabilidad en diferentes estilos. Quise mostrar cómo una sola prenda puede transformarse y ser adecuada para varias ocasiones, desde lo casual hasta lo más elegante.
Realicé también las fotografías, cuidando cada ángulo y detalle para que los looks fueran presentados de manera visualmente atractiva, resaltando no solo la camisa, sino también cómo se integraba con los diferentes accesorios y prendas complementarias en cada estilo.
Por último, me ocupé del styling, seleccionando prendas y accesorios específicos para cada uno de los tres looks. Cada styling tenía un enfoque único, combinando la camisa blanca con diferentes texturas, colores y elementos, mostrando su flexibilidad y la capacidad de adaptarse a distintas situaciones y estilos personales.
Este proyecto demostró la importancia del diseño creativo y el styling en la moda, y cómo una prenda básica puede reinventarse en múltiples formas.